La fama de Robert le vino gracias al papel de Edward, que hizo que pasara de ser un actor desconocido a ser el actor más perseguido y deseado.
Pero estas famas tan repentinas que vienen por este tipo de papeles son un arma de doble filo: dan la fama pero provocan que la gente solo te recuerde por ese papel.
Pues Rob no quiere que esto le pase, por eso está trabajando muy duro haciendo papeles totalmente diferentes:
“Estoy pasando por un fase en la que estoy tratando de determinar a dónde puedo o no llegar como actor”.
Rob se esfuerza mogollón, pero le da rabia que no le tomen en serio por haber hecho de vampiro en la saga Crepúsculo:
“Muchos parecen olvidar que aquello era un papel, no era yo”.
Por suerte para Rob, hay mucha gente que le toma en serio como actor y confía en él. Ahora en sus manos está aprovechar estas oportunidades y demostrar que es un actor capaz de adaptarse a cualquier peli.
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